Jesuitas en Entre Rios - La Calera de Barquin



La Calera data del año 1650, fue construida a mano por indígenas dirigidos por jesuitas misioneros de la Compañía de Jesús. Su función era explotar yacimientos de calizas organógenas, que se mandaba en barco, por el río Uruguay, a las Misiones Jesuíticas.

En 1768, el gobernador del Río de la Plata, Francisco de Paula Bucarelli y Ursúa, cumpliendo con la orden recibida del rey de España Carlos III del 27/02/1767 organizó una expedición de 1500 hombres que expulsó a los jesuitas de las misiones guaraníes.

Desde entonces La Calera dejó de ser explotada por los jesuitas. En 1778, el Virrey del Río de la Plata, Pedro de Ceballos nombra a Manuel Antonio Barquín como veedor en la zona del Palmar.
Así fue como Barquín vuelve a poner La Calera en funcionamiento, utilizando la fuerza de trabajo de negros y aborígenes esclavos, alimentados a base de carne del ganado cimarrón.
La cal que se obtenía se enviaba en barcos a Buenos Aires y Montevideo.

Por eso se puede observar que las ruinas de las construcciones que aún quedan en pie datan de diversas épocas y están, en algunos muros, superpuestas.


En La Calera se edificaron casas, almacenes, un oratorio y un cementerio. Incluso hay un túnel -del cual quedan escasas ruinas- hecho por los jesuitas, que lo vinculaba con el Río Uruguay.


En 1782 el Virrey Vértiz relevó de sus funciones a Barquín y nombró en su lugar a don Tomás de Rocamora, el fundador de Gualeguaychú.


Durante varios años La Calera estuvo abandonada. En 1825 la recuperó Bárbara Barquín, hija de don Manuel Antonio. La heredera hizo negocios con “River Plate Agricultural Association”, empresa colonizadora que intentó instalar una colonia de 50 británicos, pero fracasó, ya que al poco tiempo se fueron del lugar.


En 1857, la empresa “Sociedad Arcos, Bilbao y Beaumont” usó La Calera para sacar por su puerto palmera Yatay, recurso natural único en su especie, que esta compañía extrajo por un tiempo, hasta que don Justo José de Urquiza adquirió el lugar a los herederos de Manuel Antonio Barquín.


Durante el siglo XX La Calera se usó por la empresa Salvia Hnos. para sacar ripio, ocupando la fortaleza de las construcciones jesuíticas.
El 23 de enero de 1966 se sanciona la Ley 16.802 que creó el Parque Nacional El Palmar, por lo que la empresa extractivista debió retirarse del lugar.

La Calera fue varias veces y durante largos períodos ocupada por ejércitos (el lusitano, el de Artigas, el argentino) en las luchas de la época colonial, de la independencia y organización de las Provincias del Río de la Plata y en la Guerra de Brasil. Era una fortaleza que servía como puerto. Durante el año 1873, en el lugar, se produjo “el combate de la Calera de Barquín”.

Fuente: https://www.unoentrerios.com.ar/la-provincia/piden-una-proteccion-las-ruinas-jesuiticas-el-palmar-n949736.html

No hay comentarios.

Con tecnología de Blogger.