Mercedes - El Arroyo de las Garzas
EL ARROYO LAS GARZAS
Mercedes, Corrientes
Por Juan L. Pérego
Entre los íconos de Mercedes, además de la piedra de Itá Pucú y los montes del Paiubre, se encuentra un arroyo a la vera del cual se fundó la Villa del Paiubre. Y es el Arroyo Las Garzas.
Su nombre es motivo de discusión, para unos fue dado por las garzas, aves que se encontraban en su curso, para otros se lo denominó como para recordar al pueblo de San Fernando de Las Garzas (reducción franciscana de los indios Abipones en las cercanías de la actual ciudad de Bella Vista) a los que pertenecían los pobladores de la Estancia “Nuestra Señora del Carmen” instalada entre 1773 y 1780 para la cría del ganado de dicho pueblo, estancia cuya superficie abarcaba desde el Aº Paiubre hacia el sur incluyendo los terrenos del pueblo, por lo que es muy posible que el nombre del arroyo la hayan puesto los antiguos pobladores de dicha estancia.
El mismo fue el límite para la zona este, ya que en épocas de lluvias se desbordaba y en algunos lugares se extendía hasta 400m del cauce, este “valle de inundación” comenzaba en la actual calle Batalla de Salta en donde existe (en algunos lugares) un barranco de alrededor de 2 m de altura, que separaba la parte alta (hacia el oeste) de la parte baja. Este terreno, inundable, estaba cubierto con una vegetación propia de los lugares húmedos, con la presencia de “paja brava”, “carrizo”, “totoras”, entre otras y con arbustos y árboles principalmente de “ceibo”, formando sobre el cauce un denso bosque en galería, en donde crecían ceibos, alisos, sauce criollo, etc. Su cruce se realizaba por varios pasos como ser Piedras, Claro, Recodo y otros hoy olvidados, pero el principal problema eran los días de intensa lluvia, las cuales provocaban las crecidas de gran magnitud y la imposibilidad de atravesarlo, por ello era un viejo anhelo del pueblo la construcción de un puente que permitiera, durante todo el año, la comunicación hacia las zonas rurales. Puente que fue construido en el año de 1909 gracias a las gestiones del Diputado Nacional por Corrientes, D. Juan J. Silva y conocido popularmente como “El Puente Negro”, es interesante leer, que entre los considerando de la Ley en donde se autoriza el puente, se lee las dificultades que tenía el arroyo en la vida del pueblo
“… La mayor parte de las chacras y varias de las estancias principales mismas, próximas a la ciudad están separadas de ésta por el arroyo Las Garzas. Este es un “Manzanares” criollo, incapaz de contener normalmente agua en cantidad bastante para mojar pie alguno; pero tiene la mala propiedad de acaudalar las aguas de lluvia y las de un par de horas sobran para hacerlo invadeable, aún en los pocos pasos de acceso, porque se pone à nado. Es que el terreno muy ondulado allí y en seguida de una lluvia las aguas de los terrenos altos se precipitan sobre el declive y forman la avenida del arroyo que ” no da paso” a veces hasta dos ò tres días, perturbando seriamente el régimen de vida de la ciudad, por la incomunicación de las chacras. He visto sobre el paso mejor y mas frecuentado de este arroyo, pobres y toscas cruces señaladotas de la imprudencia y de la desgracia de quienes por necesidad pretendieron cruzarlo después de una lluvia…”
Pero era la fuente de agua del pueblo ya que el aguatero traía el agua del arroyo la cual se vertían en los aljibes de las casas, o bien en tinajas. El agua se recogía en el paso Claro y el mismo se hallaba vigilado por la policía para impedir que se bañaran caballos y lavaran ropa El agua se vendía por "canecas”, medidas de madera que contenían unos veinte litros; estos recipientes fueron luego sustituidos por latas, comercio que subsistió hasta entrado el siglo XX.
Hoy lo recordamos, ya que en el día de ayer se produjo la mayor inundación en lo que va en este siglo, con los daños y sufrimientos que este desastre natural causa, pero no nos olvidemos que el mismo fue vida con sus aguas para el pueblo y motivo de poesías y canciones en donde se remembraba su belleza y recuerdos de tiempos pasados en donde disfrutábamos de sus aguas y paisajes. Como ejemplo de ello, compartimos la poesía del escritor, hoy olvidado, Don José Marcos Carioni y publicado en el Semanario “La Razón” en el año 1946.
“El Arroyo Garzas”
(Nostalgia de un estar presente en el pasado que se vivió)
¿Dónde naces, dónde mueres
Arroyuelo de las Garzas
Que a nuestro pueblo te adhieres
Cómo los cercos de las zarzas?
Eso no tiene importancia
¡Eres todo Mercedeño¡
A veces con arrogancia
Y otras veces con ensueño…
Te he visto de banda en banda
Bramando con mucho brío
Y también como una blanda
Garcita muerta de frío
Cuando en trance de rabona
Pisábamos tu redor
Era Guayna querendona
Era gaucho acogedor
Allí nomás, en el puente
¡las veces que fui a pescar!
Y era tanto tú corriente
Que lo hacías trepidar
Otras veces, en tú cauce
Me largaba a caminar
O me echaba bajo un sauce
Llorón para descansar
Y cerca de la Curtiembre
¡lo evoco con emoción!
El veintiuno de septiembre
Día de la Recreación.
Concurría toda la Escuela
Y hasta el toque de Oración
¡Quien jugaba a la rayuela!
¡Quien bailaba el pericón!.
¡Arroyo de nuestra infancia
Tú imagen en mí perdura
Y telúrica fragancia
Parece que me satura!
Mis ojos de niño te vieron
Un tiempo que hoy es ayer
¡Ay! los años que se fueron
Y que nunca han de volver.
Te puede interesar: Localidades de la Provincia de Corrientes
Fuente: https://www.facebook.com/direcciondecultura.mercedes
El Paraje fue escenario de la matanza de todos los indios que ayudaron al Capitán Miguel Escobar, partidario de Artigas. El Capitán José Vedoya envió una partida para el castigo a los indios y el incendio del pueblo.
ResponderBorrarEduardo Morguenstern.