Historias de Rafaela - El Castillo de Foti
A comienzos de la década de 1950 José Foti entregó tres fotos de castillos italianos al técnico constructor Victorio Ferpozzi para que le construyera en Rafaela un castillo que tenga algo de aquéllos pero que no sea copia de ninguno de ellos. De esta manera comenzaba el sueño de materializar en tierra santafesina el castillo propio, obra que finalmente estuvo concretada a mediados de dicha década.
José Foti, nativo de Calabria (Italia) con 20 años arribó a la Argentina en 1928, radicándose en Rosario, donde se desempeñó como pirotécnico en la casa Scalona. Posteriormente se estableció en Rafaela, dedicándose al principio a la pirotecnia, para construir luego un importante polvorín para la fabricación de altos explosivos.
Hacia 1952, el técnico Ferpozzi había dado forma finalmente al encargo de Foti, concluyendo con los planos del castillo. La singular vivienda se levantó en la intersección de boulevard Lehmann y Ernesto Salva, no muy lejos de donde se encontraba la manufactura de pólvora. La edificación se organizó en forma paralela a la línea de ochava, por lo que su disposición oblicua lo hizo resaltar aún más en la ortogonalidad de la trama de una ciudad que allí empezaba a encontrar uno de sus límites.
El castillo contaba con sótano, planta baja donde se encontraban living, comedor, escritorio, un dormitorio, cocina y garage. En la planta alta se dispusieron el resto de los dormitorios, continuando luego con una planta de servicio, para rematar en un nivel superior con un importante mirador. Para su construcción se utilizaron piedras de Córdoba cortadas a medida, en tanto se emplearon mármoles italianos para los interiores, siendo del mismo origen la cristalería y los artefactos de iluminación.
Entre los elementos de confort, cabe acotar que fue la primera vivienda de Rafaela que contó con un equipo de frío-calor, y su propietario, amante de la música lo dotó con un importante equipo de sonido, con el que desde la terraza de su castillo musicalizaba las vecindades del boulevard Lehmann. No menos cuidado se puso en la decoración interior. Los cortinados fueron encargados a Los Gobelinos de Buenos Aires, y al pintor Cayetano Flores se le encomendó la pintura de los cielos rasos, donde destaca la Bacanal de Venus en la sala principal. De la conducción técnica de la obra se ocupó el ingeniero Justo Gómez Díaz, en tanto la ejecución de los trabajos estuvo a cargo de los contratistas de obra Pablo Lucchini y Romano Bertini.
La herrería de obra correspondió a la firma Centenario de la sucesión de J. Aprile, quienes realizaron un delicado trabajo en verjas y barandas. La obra tuvo una superficie cubierta de 592 m2 y su costo ascendió a 830.000 pesos de aquel momento. Hasta 1994 el castillo fue ocupado por la familia del propietario, para pasar luego a tener distintos usos.
Finalmente fue adquirido a los fines de instalar en él un hotel, motivo por lo que se realizaron obras para adaptarlo a su nueva función, aunque no alteraron su imagen original y la permanencia en la memoria urbana que sigue identificándolo como el castillo de Foti.
REFERENCIAS
Archivo Histórico Municipal de Rafaela.
Archivo del Centro de Estudios e Investigaciones Históricas de Rafaela.
Album del Cincuentenario de Rafaela. Rafaela, El Norte, 1932.
Balangero, J. Kalbermatten, R. Arquitectura Doméstica Rafaelina. Rafaela, Imprenta La Opinión, 1987.
El Satélite. A fuerza de trabajo y sacrificio. Rafaela, 2002. Año I, nº3.
El Satélite. Un Castillo de Oro. Rafaela, 2003. Año II, nº 13.
Imfeld, Daniel. El Paisaje en la Memoria (mimeo) Rafaela, 1995.
La Revista. Barrio 9 de Julio una ciudad dentro de la ciudad. Rafaela, Arteprint, 2010.Año I, nº 1.
Municipalidad de Rafaela. Patrimonio Urbanístico de la Ciudad de Rafaela. Rafaela., 2011.
Fuente: http://www.miradorprovincial.com/?m=interior&id_um=104391-el-chalet-fasoli-y-el-castillo-de-foti
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