Historias de Parana - El Parana de Bertozzi 1930
El PARANA DE BERTOZZI 1930
El café y los cigarrillos me ayudaban en
la grata tarea imaginativa de provocar
el desfile de los clisés mentales que, con
tanta facilidad me han grabado las encantadoras
mujeres paranaenses.
En lo mejor de este merecido
homenaje de pleitesía, sentí una voz:
"Lo llaman por teléfono; el señor intendente
municipal quiere hablarle".
Para el señor Francisco
Bertozzi todo forastero
es un huésped
de honor. Me invitaba
a realizar una gira en
auto por la villa que cuida
tanto, con afanes de
hijo agradecido, a quien
todo se le antoja poco
en la misión de proporcionar
cómodos lujos a
la ciudad natal.
Antes de cinco minutos
me instalaba en el
coche, acompañando al
señor Bertozzi, persona
amable, de insinuante
caballerosidad, quien se
convierte en un guía del
cronista, en el mejor de
los "cicerones".
Yo he recorrido solo
la ciudad; la he admirado
en su florescencia
edilicia, comparando los
progresos de ahora con
remembranzas de antaño. Pero las descripciones
del intendente
superan la
impresión. Me hablan
del presente,
valorándolo con
exactitud, y del
porvenir de Paraná,
que excede a
todo cálculo optimista
Puedo decir que
asisto a un resurgimiento inesperado, que se
proyecta grandioso para el mañana, y felicito
al señor Bertozzi, pues comprendo la -certeza
de sus futuras iniciativas, como he tasado fielmente
la cuantía de la obra ya realizada.
El señor Bertozzi es un hombre joven, de esmerada
cultura y fácil palabra. Por su entusiasmo
convincente se ha convertido en cabeza
de un grupo de amigos fervientes de la ciudad,
generosos.
Uno de ellos, el señor Alberto Marangunich,
viene con nosotros en el auto. Es
un hijo adoptivo de Paraná, en la que no se
siente extranjero, porque en ella ha desarrollado
favorablemente sus vocaciones mercantiles.
Nos apeamos muy cerca del monumento que
el fervor patriótico de los entrerrianos ha erigido
para perpetuar la memoria de aquel ejemplar
ciudadano, a la vez que glorioso militar,
general brigadier don Justo José de Urquiza.
Al admirar esta gran obra de arte, me asaltó
a la imaginación un pensamiento que, en forma
de lema, quiere como decirme;
"A tan grande hombre,
tan gran monumento".
Creo hacer justicia al declarar
que es lo mejor que
he visto hasta hoy en el
continente americano.
Mientras el señor Bertozzi me habla de sus
proyectos con palabra amenísima y llena de
imágenes, yo sigo contemplando con asombro
no sólo la grandeza positiva del parque, sino
ese inolvidable panorama que, desde las barrancas,
ofrece la graciosa y comprensible poesía
del río. Seguimos andando por el Rosedal y, de
pronto, hacemos un alto sobre las vertientes naturales, cuyas aguas
han sido ingeniosamente
recogidas en forma
de fuentes y pequeños
tanques, a cuyo alrededor,
la mano diestra de
un artista ha hecho
construir un sinnúmero
de caminitos, hasta vencer
en forma casi plana
las enormes alturas de
estas gigantes barrancas,
que vistas a una
prudencial distancia ,
bien parecen un trabajo
de orfebrería, inspira.:Io
en los famosos dibujos
de Eibar
A través de los pensamientos
y proyectos
del señor Bertozzi, es
fácil observar cuál es la
suprema ambición de
este gran entrerriano,
predestinado tal vez per
la gratitud del pueblo a
ser el intendente vitalicio
de Paraná.
El
quiere aprovechar
con un gran sentido
práctico lo que más
vale de Paraná, es
decir, su inconfundible
escenario geográfico,
la hidalga
caballerosidad de
sus habitantes y la
benignidad de su
clima, para hacer
de Paraná una ciudad de turismo.
En el curso
de su conversación, tiene un momentáneo arranque
de sinceridad, y me dice: "Vuelva usted
dentro de dos años, que encontrará una ciudad
desconocida. Para esa fecha, ya tendremos un
gran Casino, muy similar al de Viña del Mar,
y, probablemente, el mejor del país. Este Casino,
a la vez que una fuente de recursos para la
Municipalidad, transformará la fisonomía de la
villa; mejorará en cuerpo y espíritu el aspecto
y la situación de nuestras casas comerciales. Se
construirán grandes hoteles, de igual modo se
ampliarán en gran escala nuestros Clubs deportivos,
de equitación, de golf, de tenis, etc.
Al despedirme del señor Bertozzi, le dije que
la República Argentina está llena de hombres
patriotas y generosos y le prometí realzar el simpático gesto del doctor Leopoldo Meló, don Alberto
Marangunich y el doctor Pedro Martínez,
quienes obsequiaron al parque Urquiza con un
valioso bronce representando un yaguareté, un
elegante y altísimo mástil
donde flamea nuestra bandera
y las dos obras de arte
y representan "La danza de la flecha", de Perlotti, y
la Venus saliendo del baño,
de Casanova.
Fuente: Caras y caretas (Buenos Aires). 10/8/1935, n.º 1.923, página 95.
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