Parana - 2° Visita Guiada Anual al Cementerio

3° VISITA GUIADA AL CEMENTERIO

SANTISIMA TRINIDAD, PARANA

Lugar: Cementerio Municipal

El Museo de la Ciudad en conjunto con la Asociación de Amigos del Museo Histórico Martiniano Leguizamón brinda recorridos por el Cementerio Histórico "Santísima Trinidad" a cargo del arquitecto Carlos Menu-Marque. La cita los ultimos sabado de cada mes a las 15.30 hs en la puerta de ingreso del Cementerio Municipal (Calle Perú al final) .


La idea de esta charla es difundir lo valioso de este patrimonio que nadie está preservando, de la importancia que tiene en la historia del nacimiento de nuestra villa. Es el único testimonio físico, todo lo demás fue demolido en la época post colonial, cuando fuimos capital de la Confederación


El primer cementerio estuvo en lo que es la manzana de la catedral, ya que debía estar al lado de un lugar consagrado. Por razones de salubridad y de decoro en el año 1824, el gobernador León Sola decide crear este cementerio.

El Cementerio de la Santísima Trinidad se creó a partir de una ley provincial del 13 de noviembre de 1824 que autorizaba la fundación de cementerios en el territorio entrerriano. Comenzó a funcionar como tal el 8 de marzo de 1826, junto con su capilla y su oratorio. Hasta entonces, en las ciudades de esta provincia la sepultura de cadáveres junto a las iglesias era una práctica común y aceptada.


RARAS AVIS. La tumba del escribano Issasi es de la primera época del siglo XX, no existe ningún atributo religioso clásico. Parece que fue de un movimiento arquitectónico vanguardista, que fue breve en Argentina que es el estilo de Rocallas. Está en los lagos de Palermo y en algunos macetones de cemento que semejaban a troncos o bancos, cuyos respaldos también semejaban a troncos, a ramas.
Es una obra única. Es una de esas rarezas que no se encuentran en muchos cementerios, en Hasenkamp hay una similar.
“En su momento generó una polémica que no tuvo nombre –cuenta entre risas Menu Marque-. Era parecido a un hormiguero decían los medios de la época”.






MAUSOLEO DE LINIERS: En su mausoleo hay una urna simbólica que representa donde estuvieron depositados los restos de Santiago de Liniers, que fue el último virrey del Río de la Plata. 
Ese es uno de los testimonios que Paraná tiene y que no posee ninguna otra ciudad del país. Y da la casualidad de que en el momento en que sus restos fueron depositados aquí, previo a su repatriación a España, Paraná era capital de la Confederación Argentina y Urquiza tenía relación con los países de Europa como presidente de una nación independiente


El cementerio también tiene habitantes a quienes alguna placa otorga el carácter de ilustres: soldados de la Batalla de Caseros, constituyentes de la Convención de 1853, luchadores de la Guerra del Paraguay, expedicionarios al desierto, un vicepresidente de la Nación, ex gobernadores e intendentes.



El panteón de la Société Française, que data de 1900, es uno de los monumentos destacados de la necrópolis. Una década atrás fue completamente restaurado e inclusive luce una placa de mármol donde consta que obtuvo una mención a la preservación en 2001, distinción otorgada por la Municipalidad




Angela Brugo de Mayer fue una hermosa mujer que falleció muy joven, 31 años, en el año 1885.

Mauricio Mayer, su esposo, mandó a hacer a Genova (Italia) esta preciosa obra digna de los mejores artistas que es un fiel reflejo de la belleza de su difunta esposa.

Desde 1826, la necrópolis (ciudad de los muertos) -como llamaban al cementerio los antiguos griegos- sufrió diversas transformaciones hasta llegar a su fisonomía actual. Nada ha impedido que al recorrer sus interminables pasillos se pueda descubrir interesantes historias secretas, o en todo caso olvidadas, de la ciudad y sus protagonistas.


Los que siembran entre lágrimas cosecharán con alegría” 
La reflexión, en inglés, se desprende de una lápida escondida en el laberinto formado por las paredes de viejos panteones, en el Cementerio Municipal de Paraná. Sobre el mármol blanco se leen un nombre, Edward Young Haslam, y una fecha, 21 of september 1878. 
En ese lugar está enterrada una historia que comienza en Inglaterra, en la primavera de 1813. Es la historia de un maestro de escuela, doctor en Filosofía y Letras, periodista y fundador de un diario célebre. Esa tumba es la del bisabuelo de Jorge Luis Borges. 

El hombre que fue enterrado allí, fuera de los confines del Cementerio de la Santísima Trinidad, por profesar la religión protestante, llegó a Paraná para visitar a su hija mayor, Carolina, casada con un empresario llamado Jorge Suárez, dueño de los tranvías que circulaban por esta ciudad.



Cementerio de la Santísima Trinidad, nombre real del Cementerio Municipal, es el único lugar donde todavía existen edificaciones de la época de la colonia.


En el centro, en lo que sería calle Perú al final, están enterradas las primeras maestras normalistas de la escuela Normal de Paraná, la primera del país. Eran protestantes y estaban enterradas fuera del cementerio. Cuenta la crónica que el maestro Stern estuvo penando días enteros para poder enterrar a su esposa, que tuvo que espantar a perros y zorros con el cajón en su casa y no lo consiguió. 



En el sector más antiguo y es de la familia Waldner, enteramente revestido en azulejos traídos de la región de Pas de Calais en Francia, para la época no existía punto de comparación. Es de la primera mitad del siglo XIX y está muy bien conservado


En los límites del cementerio antiguo está la tumba del bisabuelo materno de Jorge Luis Borges, Edward Young Haslam, que era un maestro normalista que vino a trabajar a Paraná. Lo enterraron del lado de afuera, en la vereda, pegado a la pared del cementerio antiguo de la que aún se conservan vestigios

En su libro, Vaccaro considera que “Los verdaderos semilleros de las inquietudes literarias en la vida de Jorge Luis Borges parecieran provenir de los Haslam”. Esa semilla que dio su fruto descansa en el Cementerio Municipal de Paraná, encerrado entre dos panteones. Es un pasillo tan estrecho, que en él sólo caben algo de humedad y mucho de olvido.


Carlos Menu-Marque es arquitecto egresado de la Universidad Católica de Santa Fe. Ha desempeñado en forma ininterrumpida la profesión en los ámbitos provinciales y nacionales. Entre los años 1995 – 2003 ocupó el cargo de Secretario de Planeamiento y Medio Ambiente en la Municipalidad de Paraná, desarrollando entre otras, una intensa actividad tendiente al rescate, preservación y difusión del Patrimonio Histórico de la ciudad. En el año 2002, fue responsable de imágenes y contenidos del programa Paraná y su memoria, emitido por la señal abierta de Canal Once. Es coautor, con Jorge Riani, del libro Ciudad Infinita. Historia, arte y leyendas en el cementerio de la Santísima Trinidad, trabajo que fue presentado como ponencia por la ciudad de Paraná en el VII Congreso Iberoamericano de Cementerios Patrimoniales en la Biblioteca Nacional de la ciudad autónoma de Buenos Aires. El libro cuenta con un rico testimonio fotográfico de Analía Jaroslavsky. En 2013 publicó su segundo libro, Ilustres desconocidos, que arroja luz sobre la vida y anécdotas de ciudadanos comunes que aportaron a la cultura local.

En la actualidad es el director del Museo de la Ciudad "Cesar Blas Perez Colman"

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