29 Septiembre Paraná - Fiestas Patronales
Este jueves 29, la provincia de Entre Ríos honrará a su patrono San Miguel Arcángel y en el marco de las celebraciones, desde la parroquia que lleva su nombre, anunciaron una sorpresa para la feligresía.
El Templo de San Miguel fue construido gracias a la iniciativa del cura Antolín Gil y Obligado, quien propuso un proyecto en 1822 dando cuenta de las necesidades religiosas de la parte norte de la ciudad, conocida como Barrio del Candombe o del Tambor. El edificio pudo ser construido gracias al aporte del vecindario y la ayuda oficial del por entonces gobernador Lucio Mansilla. La obra fue comenzada el 14 de mayo de ese año.
"Es el edificio religioso más antiguo de la provincia que sigue en pie", instó el religioso.
"El martes 20 empezamos con la novena y durante todos los días celebramos la Santa Misa a las 19 y desde las 18.15 empezamos con el rezo del rosario; se reza también una novena angélica muy bonita, muy antigua que ya la comunidad conoce", informó el padre Torres.
Este año, la predicación de la misa pondrá su acento especial en Misericordia de Dios.
El miércoles 28 a las 21 en el Teatro 3 de Febrero se presentará un espectáculo musical de ballet-tango con la actuación de bailarines del Teatro Colón, entre ellos, el entrerriano Matías Santos oriundo de San Salvador.
Las entradas ya están a la venta por un costo de 250 pesos y lo recaudado será para mejorar el sistema de sonido para la parroquia San Miguel.
"Esta iglesia es de las más antiguas de la provincia y de la ciudad, y gracias a gestiones de la Fundación que nos está ayudando con la conservación y restauración del templo, se va a recuperar todo lo que forma parte de la capilla antigua", anunció a Elonce TV, el Padre Cristian Torres, el párroco de la iglesia San Miguel.
"La celebración patronal tendrá esta hermosa noticia para la comunidad ya que con la ayuda del Estado nacional y provincial, se podrá mejorar lo que se conoció como `la capilla de los negros´ porque este era el famoso barrio de los negros", completó.
Fuente: ElOnce.com
Quién era MiguelSegún la tradición judeocristiana, Miguel es en las jerarquías angélicas un astro de primera magnitud, figura principal entre los que sirven inmediatamente al trono de Dios y bajan a la tierra para anunciar o hacer cumplir sus designios.
Protector del pueblo de Dios, de Israel, en la antigua ley; de la Iglesia en el Nuevo Testamento. En la Escritura ha hallado su fundamento la piedad popular de todos los tiempos para erigir a San Miguel en príncipe de los ejércitos celestiales, guerrero victorioso en las luchas cósmicas contra el espíritu rebelde, el dragón de las tinieblas.
El profeta Daniel da a conocer el nombre del arcángel: Miguel, llamado gran jefe de los israelitas, que lucha por la liberación del pueblo de Dios, desterrado y sometido al dominio persa. Allí mismo se habla de los príncipes de Persia y de Grecia, refiriéndose, según el común sentir, a los ángeles guardianes de estas naciones.
San Judas Apóstol, en su carta católica, cita el ejemplo del “arcángel Miguel, disputando al demonio el cuerpo de Moisés”.
El Apocalipsis presenta a San Miguel en su misión definitiva, culminante. Ante la aparición de la Mujer, símbolo de María y de la Iglesia, con su Hijo, en el cielo se traba una batalla.
Miguel y el Dragón frente a frente, el Arcángel fiel contra el soberbio áangel de la luz (Lucifer). Cada uno manda un ejército de ángeles. Vence Miguel y el Dragón es sepultado en los infiernos.
De esta visión del profeta de Patmos se derivan las imágenes medievales del guerrero de alas brillantes con labrada armadura, al que no le falta la lanza que destruye al dragón, vencido a sus pies.
En el momento de ofrecer el sacrificio por sus difuntos, la Iglesia le invoca para que presente las almas a la luz santa del juicio divino.
La devoción popular, que ha influido notablemente en estos textos litúrgicos y que, por otra parte, tiene ya precedentes en tradiciones judaicas, le considera como “pesador de las almas”, y así le vemos en curiosas miniaturas de la Edad Media, con la balanza de la justicia divina en las manos, felizmente inclinado un platillo hacia la gloria del cielo.
Acontecimientos ocurridos en Oriente y Occidente contribuyeron a formar este hálito universal en torno a la figura del Arcángel. Es tradición oriental que, ya en los primeros decenios del cristianismo, salvó de la destrucción un templo dedicado a su honor en Colosae y que por su intervención milagrosa brotaron allí mismo aguas medicinales, por lo cual le honraban como médico celestial.
En Constantinopla tenía un templo dedicado a su nombre y era también muy famoso el Mikaelion de Sostenión, cerca de la capital bizantina, donde, según tradición, Miguel había curado milagrosamente al emperador Constantino.
En Occidente también se apareció el arcángel repetidas veces; sus apariciones más famosas son las del Monte Gárgano en Italia, alrededor del año 500, y la del monte Adriano, donde el año 611 el Papa Adriano IV le construye un oratorio, sobre el que sería más tarde castillo de Sant’Ángelo.
En España alcanzó renombre su aparición en la serranía navarra de Aralar para ayudar al noble caballero don Teodosio de Goñi en lucha contra el dragón infernal.
El Mont Saint-Michel, en Normandía, con una abadía gótica dedicada a su honor, también testificó su ayuda para con los navegantes.
Hoy día se dirige a Miguel al fin de la misa una oración preceptuada por León XIII.
De la Redacción de AIM
Quién era MiguelSegún la tradición judeocristiana, Miguel es en las jerarquías angélicas un astro de primera magnitud, figura principal entre los que sirven inmediatamente al trono de Dios y bajan a la tierra para anunciar o hacer cumplir sus designios.
Protector del pueblo de Dios, de Israel, en la antigua ley; de la Iglesia en el Nuevo Testamento. En la Escritura ha hallado su fundamento la piedad popular de todos los tiempos para erigir a San Miguel en príncipe de los ejércitos celestiales, guerrero victorioso en las luchas cósmicas contra el espíritu rebelde, el dragón de las tinieblas.
El profeta Daniel da a conocer el nombre del arcángel: Miguel, llamado gran jefe de los israelitas, que lucha por la liberación del pueblo de Dios, desterrado y sometido al dominio persa. Allí mismo se habla de los príncipes de Persia y de Grecia, refiriéndose, según el común sentir, a los ángeles guardianes de estas naciones.
San Judas Apóstol, en su carta católica, cita el ejemplo del “arcángel Miguel, disputando al demonio el cuerpo de Moisés”.
El Apocalipsis presenta a San Miguel en su misión definitiva, culminante. Ante la aparición de la Mujer, símbolo de María y de la Iglesia, con su Hijo, en el cielo se traba una batalla.
Miguel y el Dragón frente a frente, el Arcángel fiel contra el soberbio áangel de la luz (Lucifer). Cada uno manda un ejército de ángeles. Vence Miguel y el Dragón es sepultado en los infiernos.
De esta visión del profeta de Patmos se derivan las imágenes medievales del guerrero de alas brillantes con labrada armadura, al que no le falta la lanza que destruye al dragón, vencido a sus pies.
En el momento de ofrecer el sacrificio por sus difuntos, la Iglesia le invoca para que presente las almas a la luz santa del juicio divino.
La devoción popular, que ha influido notablemente en estos textos litúrgicos y que, por otra parte, tiene ya precedentes en tradiciones judaicas, le considera como “pesador de las almas”, y así le vemos en curiosas miniaturas de la Edad Media, con la balanza de la justicia divina en las manos, felizmente inclinado un platillo hacia la gloria del cielo.
Acontecimientos ocurridos en Oriente y Occidente contribuyeron a formar este hálito universal en torno a la figura del Arcángel. Es tradición oriental que, ya en los primeros decenios del cristianismo, salvó de la destrucción un templo dedicado a su honor en Colosae y que por su intervención milagrosa brotaron allí mismo aguas medicinales, por lo cual le honraban como médico celestial.
En Constantinopla tenía un templo dedicado a su nombre y era también muy famoso el Mikaelion de Sostenión, cerca de la capital bizantina, donde, según tradición, Miguel había curado milagrosamente al emperador Constantino.
En Occidente también se apareció el arcángel repetidas veces; sus apariciones más famosas son las del Monte Gárgano en Italia, alrededor del año 500, y la del monte Adriano, donde el año 611 el Papa Adriano IV le construye un oratorio, sobre el que sería más tarde castillo de Sant’Ángelo.
En España alcanzó renombre su aparición en la serranía navarra de Aralar para ayudar al noble caballero don Teodosio de Goñi en lucha contra el dragón infernal.
El Mont Saint-Michel, en Normandía, con una abadía gótica dedicada a su honor, también testificó su ayuda para con los navegantes.
Hoy día se dirige a Miguel al fin de la misa una oración preceptuada por León XIII.
De la Redacción de AIM
Escribe un comentario