Peregrinación Hasenkamp - Paraná

Peregrinación Hasenkamp-Paraná

El viernes 13, a las 17, se desarrollará la 35ª edición de la Peregrinación Hasenkamp-Paraná. En las parroquias de las distintas localidades de la región los peregrinos ya comenzaron a anotarse. La denominada Marcha de los Pueblos es una de las mayores demostraciones de fe de la región, ya que reúne a unos 20.000 fieles o más durante su camino. Este año los 90 kilómetros de fe tienen como lema "Madre, danos la alegría del amor".


Y como es habitual el camino se desandará entre oración y cantos de alabanza a la Mater, con la idea de llegar al Santuario de La Loma en Paraná el sábado 14 después de 26 horas. Desde hace unos meses las distintas áreas organizativas vienen trabajando para coordinar la logística de la peregrinación que necesita sobre todo solidaridad y respeto. Más que nada para con los servidores que son los encargados de caminar al costado del camino velando para que los peregrinos. La procesión partirá el viernes por la tarde desde Hasenkamp. El primer descanso será en el cruce de las ruta 126 y 127, en las primeras horas de la noche; posteriormente, la marcha se detendrá en Cerrito, cerca de la medianoche, donde se realiza la tradicional Marcha de las Antorchas.

Las siguientes detenciones serán en El Palenque, La Picada, Sauce Montrull y en el ingreso a la capital provincial, pasando por el Parque Industrial General Belgrano y calle Miguel David. La peregrinación finaliza en el santuario de La Loma, donde se rinde homenaje a la Virgen de Schöenstatt, y se celebra un oficio religioso. El sábado a las 21, en la Catedral Metropolitana, se hará el evento Mil Luces para María, donde se enciende una luz y se reza por los peregrinos; en Hasenkamp, será a las 20.30 en plaza San Martín. Mirando al cielo El año pasado, la peregrinación debió ser suspendido en Cerrito a las 1.45, bajo una torrencial lluvia y tormenta eléctrica desatada en la región, que obligó a trasladar a los peregrinos que no tenían apoyo logístico al club Unión Agrarios.



Si bien estaba pronosticado, la peregrinación comenzó igual con un clima agobiante, alta temperatura que predecía que el cielo no aguantaría. Y así fue. La desconcentración se desarrolló de manera ordenada y sin ningún sobresalto gracias a la predisposición de todos los peregrinos y a la tarea conjunta de la organización junto a la Policía. Este año, hay pronósticos de probables lluvias para el viernes. Si bien los protagonistas de los 90 kilómetros pensarán que el clima no impide caminar, el problema siempre se presenta en las banquinas por donde se debe transitar. El barro complica y puede provocar accidentes entre los peregrinos como torceduras de tobillo o caídas. Además, cada pronóstico de tormenta obliga a tomar precauciones para evitar inconvenientes.


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