La Leyenda de la Piedra Itá Pucú, Mercedes, Corrientes.
La Leyenda de la Piedra de Itá Pucú
Mercedes, Corrientes
Una chica que se llamaba Mirí, estaba enamorada locamente de Itá. Cada atardecer después de terminar sus tareas Itá iba hasta el cañaveral cerca del lago, ahí donde estaba la choza de Mirí. Ella siempre estaba ahí esperándolo, muchas veces triste a causa del sufrimiento callado, pero él nunca se le preguntó el porqué. Y de repente un día Itá se fue sin decirle nada. Mirí lo estaba esperando en vano. Creía que algo muy importante le habría pasado y salió a buscarlo.
Fue a su casa, a su tribu, lo buscó en otras regiones pero nada. Desesperada regresó, cuando no creía que volvería a verlo y, lo encontró. Él estaba allí, fuerte, tranquilo, no se había movido del lugar, pero estaba con otra mujer. Mirí se acercó y lo llamó, pero él no contestó.
Entonces ella le puso una mano sobre el hombro y, él se volvió y la miró con tanta frialdad que la pobre Mirí se quedó sin aliento, pero algo le impulsó a decir Itá y, en aquel momento Itá se convirtió en piedra dura y fría. Fue el milagro de Mirí, de su ternura, de su sufrimiento.
Y allí están, Itá firme, alto ( pucú en guaraní) erguido, duro, frío, rodeado de peñascos más bajos que recuerdan el corazón de Mirí. Los enamorados suelen visitar el lugar y, dejar cada uno un guijarro en lo alto de Itá, como súplica de eterna felicidad.
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