Salto Camping Itatí, Campo Ramón, Misiones
SALTO CAMPING ITATÍ
CAMPO RAMÓN, MISIONES
Tierra colorada, verde alrededor y el agua que fluye caudalosa. La simultaneidad de arroyos y saltos hacen del municipio de Campo Ramón un lugar ideal para el verano, sobre todo para quienes disfrutan del contacto con la naturaleza, la cercanía con el monte y la frescura sin tanto marketing.
Los saltos siempre estuvieron ahí, pero en los últimos tiempos fueron revalorizados y se mejoró la difusión, sobre todo a partir de las redes sociales que permiten multiplicar el boca a boca con el inestimable poder de las imágenes.
El emprendimiento más reciente se denomina Agrocamping Salto Itatí, en paraje Guaraipo, donde confluyen los arroyos Cariyo y Troncho.
En el sector del camping se destaca un amplio parquizado en torno al cauce de agua, con parrillas, mesas y bancos, sanitarios y cantina.
Para sorpresa de muchos, al adentrarse en un primer sendero -costeando el cauce- los visitantes se encuentran con un paredón de basalto de unos 20 metros de altura, imponente testigo del rugir eterno de las aguas.
En su base, la formación rocosa deriva en cuevas que intrigan, mientras que la variedad de la flora despierta los sentidos entre mariposas, alguaciles y el canto de los pájaros.
Una primera caída de agua corona el parque, y un puente colgante prolonga la aventura hacia el salto mayor, ubicado a unos 200 metros del camping.
Ese trayecto se celebra, casi sin esfuerzo, entre un túnel verde de ensueño; una curva hacia la izquierda y el valle en todo su esplendor, una inmensidad del monte que oficia de pulmón salvador en esta zona de la provincia.
El descenso, con cuidado, por un trillo bien señalizado y el arroyo rugiendo al lado. Enseguida surge el salto, al que se desciende por una escalera construida con un viejo tronco que arrimó alguna crecida. Una belleza estética que reafirma la comunión de la naturaleza con el hombre y la sustentabilidad del entorno.
Al respecto, sus propietarios comentaron que en enero hizo un año de la inauguración del camping Salto Itatí, tras algunos fallidos intentos.
Cómo llegar y costos
El lugar se ubica a unos ocho kilómetros de la ruta provincial 103, ingresando desde Oberá por la intersección con la nacional 14, a sólo 15 kilómetros del centro de la ciudad.
Cuenta con adecuada señalización y el camino, en general, está en buenas condiciones. El último kilómetro y medio en bajada tiene cierto grado de dificultad, pero es accesible.
De todas formas, los dueños del predio residen cerca y disponen de un jeep que hace las veces de remolque en caso de lluvia o cualquier inconveniente que surja para el visitante.
Los mayores de 10 años abonan 35 pesos y no se cobra el estacionamiento. El camping funciona todo el año y dispone de una cuenta de Facebook para mayores datos.
Otra alternativa recomendable en Campo Ramón es el Salto Teodoro Cuenca, ubicado en Sección Cuarta, a siete kilómetros del casco urbano.
El predio funciona desde hace varios años, pero recientemente se mejoraron las prestaciones y cuenta con todos los servicios, incluida una cancha de fútbol y senderos para caminatas.
Se destaca el salto que lleva el nombre del recordado músico y compositor, con una doble caída de agua que guarda cierta reminiscencia con el Salto Dos Hermanas de las Cataratas del Iguazú.
Para llegar al camping hay que sortear el arroyo Persiguero por el agua, ya que se trata de un sector de pocos centímetros de profundidad. La base es de roca y no ofrece mayores dificultades si se cruza con los recaudos del caso.
Los mayores abonan 30 pesos, mientras que el estacionamiento y las carpas tienen un costo de 20 pesos.
Para completar la jornada, el visitante puede llegarse hasta la Grapia Milenaria, una verdadera joya ecológica en el mismo municipio, aunque muy poco publicitada.
Se accede por ruta 103, a dos kilómetros del acceso a Campo Ramón en dirección a Villa Bonita, siguiendo la cartelería existente. El acceso es libre y se recomienda la visita en horario diurno, ya que no existe iluminación. La invitación está hecha. El programa incluye naturaleza a pleno y sabor a aventura.
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