28 de Noviembre - Aniversario Batalla de Caaguazú. Mercedes. Corrientes
ANIVERSARIO DE LA BATALLA DE CAAGUAZÚ.
28 de NOVIEMBRE
Hoy 28 de Noviembre, se cumple un aniversario más de la Histórica Batalla de Caaguazú.
Fue el mayor triunfo obtenido por las armas correntinas en el largo camino de la organización nacional.
En esta batalla, el Tercer Ejército Libertador Correntino, al mando del general José María Paz, vence a las tropas del gobernador de Entre Ríos general Pascual Echagüe, quien respondía al gobernador de Buenos Aires brigadier Juan Manuel de Rosas.
El Ejército Correntino
Denominado “Ejército de Reserva”, debido a que el que el 2do Ejército Libertador Correntino a las órdenes del Gral. Lavalle se encontraba en operaciones en el centro-norte de la Confederación Argentina y que ante la inminente invasión al territorio correntino de las fuerzas entrerrianas, a las órdenes del Gral. Pascual Echagüe, el gobernador Don Pedro Ferré moviliza a la reserva comandadas por el Gral. José M. Paz y ante la falta de “hombres de armas”, se incorpora a los adolescentes que concurrían a las diferentes escuelas de la provincia, los cuales fueron instruidos por el propio Gral Paz como oficiales para suplir la falta de los mismos en el reciente ejército alistado. Característica esta por la cual el ejército invasor denomina a las fuerzas correntinas como “los escueleros de Paz”
Movimientos Previos
Echagüe hace varios amagos de pasar el río, pero no se decide, y en la tarde del 26 de noviembre suena la alarma en el campamento correntino, parece que los “federales” quisieran cruzar a la orilla opuesta por el paso de Kapita-Miní, pero desisten, por la noche los entrerrianos se retiran a descansar agotados por el duro trajín que habían tenido por la tarde bajo los rayos de un sol abrasador.
Observando que el enemigo no cruzaba, el Gral.Paz decide a pasar él con sus fuerzas y dar la batalla decisiva. El paso elegido es el de Kaá-Guasu , pero pequeños contingentes pasan por otros adyacentes como los del Hinojo, la Garita, etc. Esta maniobra se efectúa en la noche del 26 al 27, haciéndolo a nado la caballería y la infantería en las pocas canoas que se pudieron reunir y las piezas de artillería.
La vanguardia al mando del coronel Velazco pasa el río y llega a la orilla opuesta aproximadamente a las nueve de la noche iniciando un fuerte reconocimiento de las inmediaciones. Lo increíble es que los relinchos y ruidos de los casi tres mil caballos cansados por el esfuerzo de cruzar nadando el río, no hayan sido escuchados por los piquetes federales ni por los hombres de Echagüe que dormían profundamente por el cansancio de la calurosa jornada anterior.
La operación del pasaje del río Corrientes exitosa y brillante planteo estratégico para la batalla que se viene. Cuando llega el alba, el Gral. Paz ordena a su vanguardia ponerse en marcha, tratando de atraer a la vanguardia enemiga que está a las órdenes de Servando Gómez, pero no lo consigue y durante todo el día se empeña una dura lucha de guerrillas a lo largo de toda la línea de frente, que hacia la noche se pone peligrosa para los correntinos que deben, por fin replegarse sobre sus líneas ante el empuje del enemigo y a pesar del apoyo que reciben de la división del general Ramírez. El batallón de “Voltígeros Republicanos” cubre con sus escaramuzadores el retroceso.
Al amanecer del 28 de noviembre, el Gral. Echagüe trata de descubrir las posiciones del ejército correntino, pero la línea de batalla correntina se enmascaraba con el terreno, lo que deja al general entrerriano sin poder percibir claramente la posición del enemigo. Echagüe decide entonces pasar a la ofensiva, despliega su línea de batalla con la división de vanguardia al mando del Gral. Servando Gómez, a la derecha; la infantería y la artillería, al mando del coronel Juan B. Thorne, en el centro, poniéndose personalmente al frente de la caballería entrerriana a la izquierda, dando esta a los bordes de un bosque de espinillos. A retaguardia se colocaron el parque, bagajes y la reserva del coronel Bárcena.
El ejército correntino de “Reserva” toma posiciones de acuerdo al plan de batalla del general Paz, quien en su estrategia resuelve aprovechar al máximo todos los accidentes que le brinda el terreno. El ala derecha a órdenes del General (coronel mayor) Ramírez con las 2da y 4ta divisiones. En el centro la División de Infantería al mando del teniente coronel Felipe López con los batallones “Cazadores de la Libertad”, “Voltígeros Republicanos” y “Guardia Republicana”; en el ala izquierda (y mas alejada) al mando del Coronel Mayor Ángel María Núñez con la 1ra y 5ta División y la reserva a las órdenes del coronel Faustino Velasco, formada por la 3er División y del escuadrón Escolta.
La posición que ocupaba el ejército correntino es descripta por el Gral. Paz como, “… “Muy inmediato al paso de Caaguazú se encuentra un estero vadeable de figura irregular, pero oblonga, cuyo extremo norte toca casi el río, dejando solamente una abertura de ochenta varas (90 metros), inclinándose a la parte de arriba; dicho estero dividía nuestra línea, dejando a una parte el centro, derecha y reserva, y a la otra el ala izquierda del ejército”.
El Gral. Paz decidió atraer al enemigo a lanzar su ataque sobre su flanco izquierdo, ya que parecía el ala más débil y alejada de su dispositivo, para ello ordena al Gral. Núñez avanzar sobre el ala derecha “federal”, pero no compenetrarse en una pelea, lo cual hace que el Gral. Servando Gómez avanzó a su encuentro con toda su división. Ante ello y en cumplimiento de la estrategia elaborada por el Gral Paz, Núñez retrocede sobre el estero, pasando por la abertura. La caballería entrerriana se vio forzada a romper su formación, porque el terreno, que disminuía sucesivamente así la obligaba. Los jinetes federales, recibieron entonces un intenso fuego de enfilada del batallón “Cazadores de la Libertad” al mando del Tte. Coronel López. Sin amilanarse continuó su avance hasta llegar al estrecho donde se encontraron de frente con la artillería del capitán Pizar y el batallón Guardia Republicana del Sgto. Mayor Virasoro, recibiendo fuego a quemarropa. Fue demasiado para los escuadrones de Núñez. Filas enteras de caballos y jinetes, fueron barridas del terreno que pisaban, los dispararos de fusil y metralla arrasaron con la selecta caballería entrerriana. Confundidos y espantados, los federales se retiraron, sufriendo a su paso por segunda vez el fuego de los cazadores correntinos, buscando los pocos sobrevivientes refugio en su propia infantería.
Mientras la caballería de Gómez sufría el castigo de la infantería correntina, el general Paz ordenaba al general Ramírez, jefe de su ala derecha, cargase sobre el enemigo, el mismo Paz relata la escena, “Dirigiéndome al general Ramírez, que mandaba esta caballería, le dije en privado: General no puede usted ignorar que su crédito ha sufrido mucho en otros combates, y que la opinión pública lo condena, con razón o sin ella. He aquí la ocasión de recuperar una gloriosa reputación que le ofrezco, y le deseo como su amigo. Marche usted triunfe y desmienta prácticamente a s detractores.” El viejo general quiso darse por ofendido, más de dije rápidamente: “Dejémonos de satisfacciones; lo que le he dicho es cierto, y lo que le exijo, de absoluta necesidad para su crédito y su gloria. Debió conocer que mi voz era la de un amigo, y me dijo: Señor General, haré ver que no merezco las imputaciones de mis enemigo personales; y diciendo esto, pidió su lanza, que llevaba su asistente, se encasquetó el sombrero, dio la voz de mando y partió”.
Las divisiones de Ramírez y Báez cargaron violentamente hacia el ala izquierda enemiga mandadas por el mismo Echagüe, el choque fue violento y encarnizada la lucha. Cuando algunos escuadrones de Ramírez eran rechazados fueron apoyados por la 3ra División de reserva del coronel Velazco. En estos momentos los jinetes correntinos hacían estragos en la caballería entrerriana y cuando en el campo de batalla hizo su presencia la división de Núñez que venía desde el ala izquierda unitaria, la confusión y el desconcierto dominaron a los regimientos “federales” que se vinieron abajo. Gruesos grupos de estos se desbandaron, abandonando el terreno de la lucha, hacia el bosque de Espinillo cercano, siendo perseguidos implacablemente y lanceados o acuchillados por los correntinos que buscaban además del triunfo la venganza por la derrota de Pago Largo.
El centro, al mando del coronel Thorne, era lo único que se sostenía del ejército invasor, la artillería con un fuego efectivo y apoyada por la infantería al mando del Coronel Bárcena, comenzaba a encontrarse aislada en el campo de batalla. En este momento, Paz observando la huída de la caballería “federal, ordeno un avance general de su infantería y artillería hacia el centro del enemigo. Viendo a su caballería en retirada y luego de un principio de resistencia, la infantería “federal” comenzó una ordenada y lenta retirada acompañados por la artillería, que se detenía abría fuego sobre la línea unitaria y volvía a retirarse, pero ante la presión de la caballería correntina, comienza a desbandarse, abandonando las carretas del parque, luego también sus cañones con sus cajas de munición al completo.
Por Juan Luis Perego
Miembro de Número de la Junta de Historia de la Provincia de Corrientes.
Dirección de Cultura Mercedes Corrientes.
Escribe un comentario