De Santos Apóstoles Pedro y Pablo a tan solo Apóstoles
DE SANTOS APÓSTOLES PEDRO Y PABLO A TAN SÓLO APÓSTOLES
Tras las innumerables incursiones de los bandeirantes paulistas -especie de “piratas de tierra firme”-, el Padre Antonio Ruiz de Motoya ordena la evacuación de todas las misiones ubicadas al Este del Río Uruguay -las de lo que se denominaba Tapé-, y al Norte del río Iguazú -Itatines-, ambas regiones hoy son parte de los Estados brasileños de Río Grande do Sul, Paraná, Santa Catarina, Sao Paulo y Matto Grosso, hacia lo que es hoy el territorio de Misiones (Argentina).
Entre los pueblos que debieron levantar campamento e iniciar el éxodo, que duró todo un año, pues era a pie, entre ríos, relieve accidentado, campos y selvas, estaba el de Natividad, ubicado en el hoy Río Grande do Sul.
Un año de desplazamiento, entre 1337 y 1638. Natividad venía con su fundador, el Padre Diego de Alfaro, y se asentaron “provisoriamente” en cercanías de San Francisco Javier (hoy San Javier, Misiones, Argentina).
Al año siguiente, es muerto por un tiro por la espalda, en la batalla de Caazapá-guazú (hoy Garruchiños o Garruchinhos, Río Grande do Sul, Brasil), el Padre Diego de Alfaro, tras varios días de agonía.
Se hará cargo de la gente el Padre belga Nicolás du Toict -probablemente encuentren hispanizado su nombre, como Nicolás del Techo-.
Durante 15 años se buscó el lugar ideal, apropiado para el asentamiento de la población itinerante de Natividad -y junto con ella, la de San Nicolás-, hasta que se encontró y se inició la edificación previa a su ocupación, la cual muy probablemente fue el 29 de Junio de 1652, en el lugar en que actualmente se encuentra la ciudad de Apóstoles.
Al hacerlo en esa fecha, tanto la fundación laica como religiosa, terminan coincidiendo, aunque no existan documentos formales del hecho, porque los jesuitas no hacían tal cosa, como sí lo hacían los españoles al fundar un pueblo.
La fecha de fundación-ocupación real, el 29 de Junio de 1652, es la que el Santoral Católico recuerda a los Apóstoles San Pedro y San Pablo, por lo que el pueblo de la misión y su templo se denominaron “Santos Apóstoles Pedro y Pablo”. El tiempo ha hecho que nadie nombre a las localidades por su largos nombres, que, como en el caso de Apóstoles -este es el nombre abreviado que se usaba entonces y hoy en día-, también sucediera con otros lugares de lo que por ejemplo, hoy es Argentina: Santa María del Buen Ayre, hoy es simplemente Buenos Aires; Juan de Vera y Aragón de las Siete Corrientes, es hoy simplemente Corrientes; Ciudad de San Felipe y Santiago del Lerma en el valle de Salta, provincia del Tucumán, hoy simplemente Salta; San Fernando del Valle de Catamarca, hoy Catamarca. Y así, podríamos seguir un buen rato con estos extensos nombres. Es sólo para que se den una idea de cómo era antes y de cómo tendemos a simplificar todo a medida que pasa el tiempo.
En fin, Apóstoles hoy, 29 de Junio de 2019 está cumpliendo “apenas” 367 jóvenes años, eso es lo que está cumpliendo hoy, precisamente.
Desde entonces, a pasado por innumerables vicisitudes, fundación; expulsión de los jesuitas; compromiso y participación con la Revolución de Mayo de 1810; hombres para oficiales y soldados del Regimiento de Granaderos a Caballo; batalla de Apóstoles en 1817; lugar de tránsito de mensúes a los yerbales silvestres; lugar de paso de tropas brasileñas y uruguayas a la Guerra de la Triple Alianza y su posterior retorno; lugar de paso de gauchos cuatreros, matreros, carreros, entre otros; lugar de inicio de la colonización oficial nacional en 1897; y luego toda la historia conocida -y por conocer-, del siglo XX hasta el presente.
Apóstoles es hoy una ciudad de mediano porte -unos 45.500 habitantes-, con entre 22 y 25 colectividades de distintos tamaños, dedicada principalmente a la producción e industria de la yerba mate, aunque también a la industria del té, de la madera y otros productos.
Profundamente creyente desde siempre, con gente bastante tranquila, respetuosa del otro, donde la discriminación por origen étnico ha desaparecido prácticamente, donde además, la tolerancia es algo normal.
Se le dice “Ciudad de las Flores”, porque a lo largo de todo el año hay flores en sus plazas, plazoletas y jardines; es la Capital Nacional de la Yerba Mate, donde se realiza la Fiesta Nacional e Internacional de la Yerba Mate anualmente; sus festejos de Semana Santa son singularmente llamativos, porque se han fusionado e integrado, e decir, sincretizado, costumbres de origen jesuítico-guaraní con eslavas -polacas y ucranianas-, pero de las que todas las colectividades participan por igual; es una localidad que reconoce por lo menos dos veces al año a sus ciudadanos, en lo posible, en vida de los mismos -Distinción “Andresito” cada 2 de Julio y en la fecha del arribo de los primeros colonos inmigrantes, cada 27 de Agosto-; limpia y ordenada -ha recibido dos galardones por este hecho, las Escoba de Plata y Escoba de Oro-. Con eventos importantes a todo lo largo del año.
En fin, quienes viven en esta ciudad, o quienes la conocen, saben bien de lo que estoy hablando: una ciudad con una rica historia y una cultura pujante.
Un verdadero placer vivir en esta mediana ciudad de poco más de tres siglos y medio, de la cual da para hablar muchísimo, pero que como reseña, creo que alcanza.
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